Noticia Ideal de Jaén: Demasiados temas pendientes tras nueve años como Patrimonio Mundial

A las seis y media de la tarde de hoy martes, día 3 de julio, un repique general de campanas recordará que hace exactamente nueve años Úbeda y Baeza eran declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. A esa misma hora de este mismo día, pero en 2003, las campanas también sirvieron para anunciar a los cuatro vientos que la reunión de evaluación del Comité de Patrimonio Mundial (integrado por 21 miembros) había terminado con un resultado satisfactorio para ambas ciudades.

Nueve años después, muchas cosas han cambiado a nivel turístico y patrimonial, aun que otras muchas siguen pendientes. En su mayoría tienen que ver con compromisos adquiridos que no han llegado a aplicarse cuando ya ha transcurrido casi una década.

Así lo deja de manifiesto la Asociación en Defensa de Úbeda Patrimonio de la Humanidad Plaza Vieja en su habitual balance de la gestión de la declaración, una valoración que hace en cada aniversario y en la que muchas consideraciones vienen repitiéndose anualmente, lo que significa que hay deberes que no se están haciendo.

Distintos gobiernos, pero nada

Plaza Vieja piensa que en lo que se refiere a los planes y objetivos reflejados en el documento la declaración, en los cuatro años del anterior gobierno socialista no se avanzó mucho con respecto al «parón que el previo gobierno del PP y PA impuso». Y en relación al último año de gobierno en solitario del PP «ha sido nulo a todos los efectos». «El tiempo sigue transcurriendo y, en lo tocante a este punto, ambas ciudades sufren una parálisis alarmante», consideran desde Plaza Vieja, cuyo balance es negativo.

Sobre los compromisos incumplidos, recuerdan que hace tres años se aprobaron los estatutos del Consorcio Úbeda-Baeza, Patrimonio de la Humanidad para impulsar un programa de gestión patrimonial coordinado, pero desde entonces, «nada en absoluto».

Tampoco se ha trabajado en el Plan de Movilidad Sostenible para la regulación del tráfico y del aparcamiento, tanto dentro como fuera del casco histórico, ni se ha avanzado en el proceso de integración de Úbeda y Baeza en la Asociación Española de Ciudades Patrimonio o en las redes de Ciudades Patrimonio Mundial y Ciudades Digitales.

Casco histórico

Respecto al casco histórico, según el colectivo, no hay avances en su peatonalización, mejora de accesos y solución del problema del aparcamiento para residentes y visitantes, continua habiendo elementos poco prácticos que entorpecen, estorban y afean, y no se ha unificado la señalización del casco histórico.

Asimismo, están pendientes la solución definitiva a la ampliación del Parador y la rehabilitación del palacio de Don Rodrigo de Orozco, el contencioso con la familia propietaria del Palacio de Francisco de los Cobos y la adquisición de la iglesia de San Lorenzo, en cuya plaza, además, no se ha resuelto una «poco adecuada iluminación instalada sin la preceptiva autorización de la Comisión Provincial de Patrimonio», afirman.

Obras que no respetan el aspecto original

En el apartado de obras, la Asociación Plaza Vieja opina que cuando se interviene en los diferentes espacios de la ciudad se debe hacer respetando su aspecto y materiales originales, manteniéndolos como estaban en el momento de la declaración, y no aprovechando para modificar estos lugares (como ha ocurrido en la plaza Primero de Mayo).

Además, el colectivo cree que existe un escaso control de la ejecución de los proyectos que el área de Urbanismo aprueba, sobre todo en edificios históricos, y que no hay un plan de mantenimiento de la ciudad en general.

Y sobre medio ambiente, la asociación recuerda que la ciudad sigue sin depuradora de aguas residuales y sin avances en recogida selectiva de basura, criticando además la enormidad del laurel que tapa parte de la fachada del Hospital de Santiago y el uso de herbicidas en zonas verdes.

Proyectos

Junto a todo ello, Plaza Vieja ve carencias en información y participación ciudadana, con unos consejos locales de cultura y centro histórico que no funcionan, y se pregunta por proyectos anunciados y no ejecutados como el del tranvía entre ambas ciudades, la nueva ubicación del matadero de Pollos Alameda y su impacto, la rehabilitación de la antigua cárcel, el parque logístico y empresarial entre Úbeda y Baeza, o la reforma del Mercado de Abastos.

En definitiva, Plaza Vieja muestra «una gran frustración por los inexistentes avances» y recuerda que en un plazo no muy lejano, ambas ciudades van a ser inspeccionadas por la Unesco para comprobar el grado de cumplimiento del programa de gestión conjunto. Así, finaliza con una pregunta: ¿están Úbeda y Baeza preparadas para dar una respuesta positiva a esta demanda?