Recientemente
se ha suscitado una polémica entre el Ayuntamiento y la Delegación de Obras
Públicas a raíz de la falta de documentos que esta última debe aportar para que
unas viviendas construidas por la Empresa Pública del Suelo de Andalucía en la
calle Beltrán de la Cueva puedan ser entregadas a las personas a las que en su
día fueron adjudicadas.
El concejal
de Urbanismo, José Manuel Gómez Cobo, afirma que el Ayuntamiento no cuenta con
la preceptiva documentación que se exige a cualquier promotor o constructor,
más aún si se trata de un edificio histórico. Es curioso que cuando se trata de
administraciones regidas por distintos partidos políticos se afine tanto a la
hora de exigir lo preceptivo mientras que en otras ocasiones sea la manga ancha
y el mirar hacia otro lado el proceder más frecuente de nuestra administración
local. Sin ir más lejos, en pleno casco histórico de Úbeda se ha rehabilitado
recientemente un edificio autocalificado de monumento o hallazgo espectacular, al
que parece ser que el Ayuntamiento no exigió todo aquello que debería haber requerido…
y continúa sin hacerlo.
La casa de
la calle Beltrán de la Cueva es edificio protegido y catalogado, y por ello en
diferentes ocasiones, en enero de 2007 y en febrero de 2009, Plaza Vieja alertó
sobre las posibles irregularidades que se podían producir en la rehabilitación
de este inmueble. Llamaba la atención el que todavía conservaba elementos
arquitectónicos de gran valor histórico y patrimonial (un artesonado
policromado, arcos ojivales, salones, cantina y patio interior de columnas...) y
era necesario por tanto garantizar que iban a ser respetados en el proceso de construcción
de las viviendas. La anterior directora de la Oficina de Rehabilitación
Concertada de Úbeda prometió dar información a Plaza Vieja, cosa que nunca hizo.
Según ella, en la intervención se trataba de hacer compatible su uso residencial
y la conservación de los elementos arquitectónicos excepcionales.
En marzo de 2009 Plaza
Vieja se reunió con el Delegado de Vivienda y Ordenación del Territorio, el
cual nos aseguró que la casa de la calle Beltrán de la Cueva había sido tratada
de forma especial, pues encerraba una serie de restos arquitectónicos de gran
valor. Nos explicó el desarrollo del proyecto, con cata
arqueológica incluida a cargo del arqueólogo municipal de Úbeda. Se
descubrieron restos de valor, dijo, entre los cuales destacaba una vasija en
perfecto estado de conservación, que había quedado bajo la custodia del
arqueólogo. Pretendían que, una vez concluida la obra, estos restos fueran
expuestos para disfrute de los ubetenses.
Por todo ello
parece incomprensible que casi tres años después de haber finalizado las
obras por la mismísima Junta de Andalucía, se diga que el expediente está
incompleto y que aún no se haya hecho entrega de estas viviendas. De la
exposición prometida por el Delegado de la Vivienda ni hablamos.
En definitiva,
la vara de medir del Ayuntamiento dispone de diferentes longitudes. Poco se
permite en unos casos y mucho en otros. Por poner un ejemplo, ¿dispone de
permiso el hotel en construcción en el antiguo palacio de los Condes de
Guadiana para levantar esa estructura que se divisa desde la plaza de San
Pedro? Desde luego, con el precedente del sistema de aire acondicionado del
Parador, ¿con qué autoridad se pueden evitar estos “adornos” en edificios protegidos?
Se nos hacen difícil de entender ciertas actuaciones y ciertas “miradas para
otro lado” de aquellos cuyo deber y obligación es velar por que se cumpla la
normativa recogida en el Plan Especial de Protección del Casco Histórico.
Mucho más
fácil de entender es que, como afirma el concejal Gómez Cobo, en el expediente
no se disponga del informe arqueológico preceptivo, pues eso mismo parece ser
que desgraciadamente sucede con más de un edificio de nuestro maltratado casco
histórico, a pesar de nuestra condición de Ciudad Patrimonio Mundial. Y así nos
va.
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