Durante
aproximadamente dos meses se han estado llevando a cabo en la catedral
de Baeza labores de pintura, limpieza, encerado y renovación del templo,
que asumidas con fondos propios, han devuelto al templo una luminosidad
y una belleza matizados con el deterioro propio del paso del tiempo, y
que han logrado devolver y realzar aún más su esplendor.
Todos
los trabajos han sido llevados a cabo por empresas baezanas, según ha
manifestado el responsable y encargado del templo, Manuel Cruz, quien ha
coordinado las labores de limpieza llevadas a cabo por un equipo de
personal propio de la catedral.
Así,
se ha contado con empresas como la carpintería La Merced y la de
pintura artística de Andrés Murillo, que además se da el caso que ya es
la cuarta generación que lleva a cabo estas tareas en la catedral, ya
que sería el abuelo de Andrés Murillo el que pintó el templo en el año
1936, después su padre en 1951 y ahora son él mismo y su hijo los
encargados de realzar naves, cornisas y molduras con su buen hacer.
Desde
hace 60 años, según explica Manuel Cruz, no se había llevado a cabo una
restauración integral de pintura, sólo se habían ido realizando
arreglos puntuales, por lo que ahora el aspecto que presentan naves y
bóvedas es espectacular. Se ha incrementado notablemente la luminosidad
de las mismas, y se ha realzado el trazado de nervios y casetones y todo
tipo de ornamentación con suaves tonalidades, albero y ocre, que
realzan hermosamente todos estos elementos.
Las
magníficas rejas también han sido limpiadas a fondo y rehabilitadas, al
igual que todas las maderas que han sido enceradas, tarimas, altares, y
cuadros que han sido cuidadosa y minuciosamente cepillados y limpiados
al igual que la piedra de las capillas, murales y frontones, por lo que
el resultado final ha sido magnifico. Todo ello realizado por el
concienzudo equipo de trabajadores de la catedral al que hay que
felicitar por su labor a favor de nuestro hermoso patrimonio.
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