Carta abierta a la delegada provincial de Cultura

Estimada señora Delegada de Cultura:

A los pocos días de que el pasado mes de noviembre Plaza Vieja organizara una mesa redonda sobre la autenticidad del patrimonio, en la que tres expertos afirmaron que no se podía asegurar que la autodenominada Sinagoga del Agua sea sinagoga y monumento, usted, como delegada de la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía reconocía que no disponía de documentación alguna que pudiera acreditar la autenticidad y monumentalidad de este espacio.

Según la información recogida en prensa (ver Ideal JAÉN 12 de noviembre de 2011), usted admitía entonces que no se habían presentado todavía ante la administración informes ni estudios por parte de los propietarios de este lugar y que no existía expediente acreditativo alguno que pudiera resolver si el inmueble en cuestión debía ser considerado como monumento. A la vista de aquellas declaraciones, Plaza Vieja no encuentra explicación al hecho de que dos años después de su apertura, usted, como representante de la administración andaluza en esta provincia, no haya requerido, que sepamos, la información pertinente sobre este “hallazgo” a la Comisión Provincial de Patrimonio, tal y como establece la Ley 14/2007, de 26 de noviembre, del Patrimonio Histórico de Andalucía.

Según el artículo 14 de esta ley, “las personas propietarias, titulares de derechos o simples poseedoras de bienes integrantes del Patrimonio Histórico Andaluz, se hallen o no catalogados, deberán permitir su inspección por las personas y órganos competentes de la Administración de la Junta de Andalucía, su estudio por las personas investigadoras acreditadas por la misma, y facilitar la información que pidan las Administraciones Públicas competentes sobre el estado de los bienes y su utilización.” Pues bien, nuestra asociación desea saber por qué no ha dado usted orden para que intervenga el servicio de Inspección de la Consejería, porque, en principio, parece ser que el propietario de este local ha incumplido el Artículo 50 de esta Ley, que obliga a notificar inmediatamente a la Consejería competente en materia de patrimonio histórico o al Ayuntamiento correspondiente la aparición de hallazgos casuales de objetos y restos materiales que posean los valores propios del Patrimonio Histórico Andaluz.

Además, según el Artículo 52, para la realización de todo tipo de excavaciones y prospecciones arqueológicas y de labores de consolidación, restauración y restitución arqueológica, es necesaria la previa autorización de la Consejería y nuestra asociación desea conocer si se cumplió este artículo en lo referente al proceso de re-construcción de la autodenominada Sinagoga del Agua.

¿Cómo es posible que siendo del dominio público la aparición de esta supuesta “sinagoga judía del siglo X-XI única en Europa”, como afirman en su blog (http://www.sinagogadelagua.blogspot.com/) usted se limitara a “invitar”, hace ya cinco meses, a sus propietarios a acreditar el hallazgo y a presentar la documentación necesaria para que el lugar pudiera ser estudiado y certificado? ¿Cómo puede afirmar tan alegramente que “estaría encantada de analizar el tema”? ¿No es de su competencia intervenir para que se aclare si este espacio se ha constituido con absoluto respeto a la Ley de Patrimonio?

Usted comentaba en aquellas declaraciones que “es complicado controlar el nivel, calidad y autenticidad” de los espacios de visita privados en las ciudades de interés turístico, y dejaba a los visitantes la responsabilidad de ser ellos por sus propios medios los que “se informen sobre si el lugar cuenta con los avales oficiales cuyo objetivo es aportar garantías”. ¿No debería ser su delegación el organismo que elaborara esos “avales oficiales” que “aporten garantías”? ¿A qué espera usted para solicitar un informe a la Comisión de Patrimonio y para enviar a un inspector que, en cumplimiento de la Ley de Patrimonio, compruebe y controle si este sitio tan proclamado a los cuatro vientos como un hallazgo histórico cumple la normativa vigente en materia de patrimonio?

Según uno de los gerentes de la empresa de servicios turísticos que gestiona este “hallazgo”, “Al comenzar las obras empezaron a aparecer una serie de elementos que obligaron a modificar los planteamientos, ya que se decidió sacar a la luz y poner en valor lo que iban encontrando "siempre con todos los permisos de obras y la supervisión del arqueólogo municipal" http://www.sinagogadelagua.blogspot.com/2010/05/descubren-una-sinagoga-judia-escondida.html . ¿Existen esos permisos y ese informe del arqueólogo municipal?

Han pasado ya más de ocho años desde que la dualidad Úbeda-Baeza fuera inscrita en la lista de lugares Patrimonio Mundial por constituir un ejemplo del diseño arquitectónico y urbano del siglo XVI que contribuyó a la introducción de las ideas del Renacimiento en España y a difundirlas en América latina, así como por que ambas ciudades constituyen los primeros ejemplos excepcionales de arquitectura y de urbanismo del Renacimiento en la España de principios del siglo XVI.

En su día la UNESCO pudo tomar esa decisión porque Úbeda y Baeza han sido capaces de ofrecer a la Humanidad su legado patrimonial en un estado de conservación que, a pesar de los cinco siglos transcurridos, ha conseguido mantener un alto grado de autenticidad, como certifican determinadas fuentes de información sobre los valores conservados lo suficientemente confiables y verídicas. Los valores que se atribuyen a nuestro patrimonio han sido sobradamente contrastados por esas fuentes y nuestra capacidad de comprender esos valores depende, en parte, de la rigurosidad del procedimiento utilizado para certificarlos.

Úbeda y Baeza son, pues, incuestionables ejemplos de autenticidad, la cual, según afirma la Carta de Venecia, es el factor esencial de cualificación relativo a los valores. El papel que juega la comprensión de la autenticidad es fundamental en todos los estudios científicos sobre el patrimonio cultural, en los planes de conservación o restauración, así como en el proceso de inscripción en la Lista del Patrimonio Mundial o en cualquier otro inventario de bienes culturales.

Es intención de Plaza Vieja, como asociación en defensa del patrimonio, que esta autenticidad continúe siendo el valor principal de este inmenso tesoro que disfrutamos en ambas ciudades y que hemos de ofrecer a todos los que nos visitan y transmitir a las generaciones venideras en su integridad, una integridad ajena a todo tipo de ambigüedades, invenciones o remedos.

Por todo ello, le solicitamos que, en el ejercicio de sus funciones, proceda a hacer cumplir lo que al respecto determina la mencionada Ley 14/2007, de 26 de noviembre, del Patrimonio Histórico de Andalucía.