jueves, 13 de diciembre de 2012

Noticia Ideal de Jaén:Al botín de 9.000 euros y 91 monedas de oro que se llevaron del Ayuntamiento hay que añadir una medalla de oro


Junto a los 9.000 euros en metálico y las 91 monedas de oro que desaparecieron en el robo que sufrió el Ayuntamiento de Úbeda en la madrugada del 30 de noviembre, se ha sabido que los ladrones también se llevaron otra pieza de oro de ciertas dimensiones y peso que también se guardaba en la caja fuerte de Tesorería, la cual fue desvalijada mediante un butrón realizado desde su parte trasera, donde se encuentra el aseo de señoras.

Concretamente, se trata de una Medalla de Oro de la ciudad que, según algunas versiones, fue realizada para entregársela al rey Juan Carlos I en la visita que realizó a la ciudad en el año 1991 junto a la reina Sofía (aunque la concesión de tal distinción data de 1975).

Por algún motivo, supuestamente por temas de protocolo y falta de previsión, en aquella visita Real no se llegó a materializar la entrega y desde entonces la citada joya se custodiaba en la caja fuerte asaltada.
La medalla en cuestión, de oro macizo, era algo más grande que las monedas también sustraídas, con las que compartía cubículo en la caja de seguridad. Curiosamente, también se guardaba allí una Medalla de Plata de la ciudad que no despertó interés entre los ladrones, pues la dejaron en su sitio.

Reparación de daños
En estos días se están terminando de reparar los daños ocasionados por los autores del robo, quienes llegaron a desgastar un buen número de discos de radial para reventar las cajas fuertes y hacer el butrón. Sobre todo en el caso de este último, no se ha permitido hacer fotografías por cuestiones de seguridad. Aunque quienes han visto el agujero en la pared han dicho sorprenderse con el hecho de que coincidiera exactamente con la parte trasera de una especie de segunda cámara de seguridad habilitada en el interior de la caja fuerte de Tesorería, supuestamente su parte más segura.

Respecto al paradero de todo el botín, la investigación continúa su curso aunque aún no ha dado frutos. En estos casos es importante dejar pasar el tiempo, pues este tipo de piezas valiosas no suelen empezar a moverse hasta que no transcurre un plazo que los ladrones consideran prudencial.

Las monedas
Las monedas de oro, muchas de ellas fechadas entre los años 1766 y 1822, aparecieron en 1985 en unas obras de rehabilitación de un edificio municipal de la calle Cervantes al objeto de anexar ese inmueble a otro conjunto (el Palacio de los Torrente de la calle Montiel) cuya propiedad era y es de la Junta de Andalucía. Se intervenía para poner en marcha una residencia de mayores, hoy cerrada aunque el lugar se usa como albergue para inmigrantes.

Los operarios que trabajaban en esas obras hallaron un total de 182 monedas de oro de distintas épocas en una vasija de barro. Pasaron a considerarse un tesoro tal y como contempla la ley, al cumplirse ciertos requisitos como que se tratara de un bien del que se ignoraba previamente su existencia, su procedencia y sus propietarios (el edificio había tenido varios titulares a lo largo del tiempo). En su momento se dedujo que, más que una reserva de dinero, se trataba de una colección de una familia adinerada, ya que existía una gran variedad en cuanto a fechas y cecas (casa donde se labra moneda). Y se entendió que fue escondida para protegerla.

La Junta de Andalucía y los trabajadores que las encontraron reclamaron su propiedad en los tribunales contra el Consistorio y tres años más tarde (en julio de 1988) se decidió por orden judicial que «la propiedad del tesoro corresponde: la mitad al Ayuntamiento y la otra mitad a los operarios como descubridores casuales». Es lo normal, ya que este tipo de descubrimientos, según la ley, se suelen repartir entre el propietario del terreno y el hallador.

Desde ese momento, en 1988, los responsables municipales de entonces deciden depositar su parte (91 monedas) en la caja de seguridad. Una caja «muy bien protegida, con una subcaja interior, con llaves aparte, y que se presumía era bastante segura», dijo recientemente el alcalde de Úbeda, José Robles. La custodia de esas monedas «ha permanecido así ininterrumpidamente» hasta el pasado día 30.

Su valor, una incógnita

En palabras del primer edil, no se trata de un expolio de «alta suma de dinero» porque, según la valoración que consta en el inventario en el que aparecen por primera vez (en 1988), las 91 monedas estaban tasadas en unos 54.000 euros. No obstante, cabe decir que esta cifra sólo se refiere al valor del oro entonces y no tiene en cuenta el valor histórico y numismático, que es mucho.

Según se informó en 1985, en base a las observaciones de peritaje de aquel momento, las 182 monedas en cuestión «son de una pureza que va entre los 22 a 24 quilates, con un peso que sobrepasa los 20 gramos cada una». Así lo contó el periódico ABC el 9 de noviembre de 1985 al hacerse eco del hallazgo, añadiendo que «el peso total de todas las monedas es de más de 4 kilos», y «según algunos entendidos en numismática se puede calcular que tengan un valor de unos 60 millones de pesetas (de entonces), aunque el valor numismático es incalculable». Por lo tanto, en base a estos datos, las 91 monedas que se quedó el Ayuntamiento rondarían los 30 millones de pesetas (también de entonces).

Depende de muchos factores
Especialistas en la materia aseguran que, hoy por hoy, el precio de una moneda de oro de esa época podría rondar entre los 1.000 y los 6.000 euros, e incluso más, dependiendo de su estado de conservación y su ceca, entre otras cuestiones, por lo que es difícil hacer un cálculo global si no se analizan detenidamente. Por ejemplo, el propietario de la moneda que aparece en la foto que ilustra esta información la tiene en venta por 2.100 euros.

Al respecto, el alcalde llevaba toda la razón cuando dijo hace unos días que al no contar ahora físicamente con las piezas «no podríamos determinar su cuantía actual» en base a sus características. Le ha venido bien para quitar hierro (o mejor dicho, oro) al asunto. Desgraciadamente, nunca en el Ayuntamiento se hizo un estudio numismático y especializado de su valor real. Quizá algún día, si se resuelve el caso, entonces sí se hable de una recuperación de muchos miles de euros.

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