Después de que el pasado fin de semana se tuviera
conocimiento de un nuevo desprendimiento en Giribaile, el enclave
arqueológico ubicado en Vilches, el delegado territorial de Educación,
Cultura y Deportes de la Junta de Andalucía, José Ángel Cifuentes,
manifestó ayer que «se ha pedido un informe a los técnicos, pero aún no
se tienen datos». De esta forma, el delegado aseguró desconocer el
estado en el que ha quedado el yacimiento y ante la pregunta de si la
zona ha sido acordonada para evitar riesgo para los visitantes,
Cifuentes aseguró desconocer ese dato, «no tengo el informe», reiteró
José Ángel Cifuentes.
Hay que recordar que Giribaile conserva importantes
restos ibéricos, romanos, visigodos y árabes y que el desploma de una
inmensa masa rocosa ha aplastado buena parte de su eremitorio
visigótico, concretamente el oratorio que ocupaba el tercero de los
cuatro complejos rupestres del antiguo refugio de eremitas ubicados en
el farfallón de la vertiente sur de la meseta de Giribaile. El enorme
bloque pétreo, cifrado en varios centenares de toneladas, aplastó
también algunas viviendas. No hubo que lamentar desgracias personales
porque nadie transitaba por el lugar y porque el conjunto de viviendas
bajo el farallón rocoso de la meseta que mira al valle del Guadalimar
están deshabitadas.
Las causas
Al parecer, el desplome en el conjunto de cuevas conocido
como Espeluca, ha sido causado por las fisuras que la lluvia, el calor y
el paso del tiempo ocasionan en las enormes moles de rocas
sedimentarias. Aunque es la versión más extendida, los expertos que en
el domingo se dejaban ver en la zona no descartaban la posibilidad de
que las captaciones de agua subterráneas influyan en el desequilibrio
geológico que se viene produciendo en la meseta en los últimos cuatro
años.
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