domingo, 9 de diciembre de 2012

Noticia Ideal de Jaén:Pancartas contra algunos árboles que no dejan ver bien distintos monumentos



Los Caballeros 24, ese grupo de ubetenses comprometidos con Úbeda, su patrimonio y sus tradiciones, volvieron a salir a la calle un año más para mostrar públicamente su opinión sobre algunos aspectos de la localidad, que normalmente tienen que ver con su conservación. En este caso no se habló de piedras centenarias, ni de obras, ni siquiera de esculturas o de fachadas, al menos directamente. Y la reivindicación se convirtió en un monográfico sobre árboles que, a juicio de estos ciudadanos, fueron colocados en su día en lugares poco propicios junto a edificios históricos y cuyo crecimiento natural los ha convertido en un estorbo para la vista a la hora de contemplar ciertos monumentos.
Este mensaje los plasmaron en tres pancartas que colocaron en otros tantos lugares de Úbeda, dejando clara su opinión sobre que «se deberían eliminar todas aquellas barreras que arquitectos o alcaldes (con buena intención pero desafortunados planteamientos) colocaron ante nuestros monumentos». Empezaron en el enorme laurel que hay ante el Hospital de Santiago, cuyo porte se ha sobredimensionado por la falta de una poda contundente y que oculta una buena parte de la fachada del centro cultural. La pancarta colgada de sus ramas reza: «me plantaron en el lugar equivocado».
Posteriormente hicieron lo propio ante la fachada de la iglesia de San Pablo, donde hay dos cipreses que «cual centinelas ocultan una de las portadas más hermosas de nuestras iglesias». En este caso el cartel colocado dice: «aquí nos plantaron pero los dos molestamos». Y finalmente se dirigieron al Antiguo Hospital de los Honrados Viejos de El Salvador donde «las espesuras arbóreas esconden la perfección de unas piedras colmadas de historia». Allí en la pancarta se puede leer: «estoy impidiendo contemplar bien una joya».
En el manifiesto al que se dio lectura tras esta reivindicación, los Caballeros 24 hablaron de otros muchos casos similares en los que los árboles ocultan elementos del conjunto histórico de la ciudad Patrimonio de la Humanidad. Por ejemplo «'miren y no vean' los lienzos de murallas del Rastro, de la Redonda de Miradores o del Huerto del Carmen». «Para mayor indignación de los ecologistas, a los que respetamos, creemos que todavía queda mucha tela por cortar, perdón, por talar», añadieron.
Y terminaron con una pregunta con la que dijeron que el dilema está servido: «¿preferimos admirar árboles y arbustos de dos décadas más o menos, o la magnificencia de nuestros monumentos con más de 500 años de historia?».

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