La Asociación Úbeda Laica se ha pronunciado sobre el movimiento ciudadano generado en torno a la maltrecha iglesia de San Lorenzo para que, «ante la manifiesta pasividad de nuestros administradores locales», el deterioro de este edificio se remedie y la imagen de la ciudad, vista desde el sur, recupere su entrañable y característico aspecto. El colectivo califica este empeño de «loable», aunque cree que debe aclararse «el cómo y el para qué de dicha salvación, pues aún está fresco en las mentes de todos el larguísimo y costoso episodio restaurador de Santa María».
Según Úbeda Laica, el templo de San Lorenzo, como Santo Domingo a tan solo unos cientos de metros, permanece cerrado al culto desde un tiempo casi inmemorial. Ambos han tenido algún uso civil (taller de escultor el primero, sala de exposiciones culturales el segundo). En ese sentido, la asociación recuerda que hace unos años surgió una propuesta, recogida en el formulario de la declaración de Úbeda como Patrimonio Mundial, para que el edificio «de la singular espadaña (otrora más vistosa)» alojara un centro de interpretación de la obra del escritor y académico ubetense Antonio Muñoz Molina y de otros destacados escritores ubetenses como Salvador Compán, Jesús Maeso de la Torre, etcétera. «Pero en contra de esta iniciativa surgió el interés puramente económico y la irresponsabilidad cívica (no responder ante la comunidad) de su propietario, la Iglesia católica», añaden.
El colectivo afirma que esta institución privada (la Iglesia) detenta, y acrecienta últimamente, su «vasto» patrimonio a través de las llamadas inmatriculaciones. «Esta figura consiste en apropiarse por las buenas de bienes comunales o públicos no registrados por la intervención de los Obispados, a quienes el gobierno Aznar había conferido la competencia de fedatarios públicos», rememoran. De esa manera, afirman que la Iglesia ha escriturado a su nombre fincas varias, y que de todas ellas cabría destacar la Mezquita de Córdoba «por el 'cuantioso' precio de treinta euros que importó la citada inmatriculación para sí».
«Un bien especulativo»
En cuanto a la iglesia de San Lorenzo, cerrada al culto, Úbeda Laica opina que ha servido como «un bien especulativo» al Obispado de Jaén, ya que pidió a Úbeda, a través de su Ayuntamiento, una cantidad que a éste le pareció excesiva. «Pero, al mismo tiempo que retrasa el momento de que este bien pase a ser de todos los ubetenses, se niega a atender sus responsabilidades como cualquier vecino con relación a su casa o propiedad, y más aún en cuanto que estamos hablando de edificios monumentales catalogados, responsabilidades que no son otras que cuidarla para evitar daños a terceros, mantenerla y pagar los impuestos (IBI) para el cívico sostenimiento de los gastos del común», aclaran.
Por todo ello, Úbeda Laica, apelando al sentido aconfesional del Estado, se ha pronunciado «en contra de los privilegios que, de manera ilegal, a la Iglesia se le están alentando», y además «por encima de los recortes económicos que se están infligiendo a servicios esenciales para los más desfavorecidos». Desde estas consideraciones, el colectivo se suma al conjunto de la ciudadanía para «salvar San Lorenzo».
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